La cabeza del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés) ha sido arrancada de cuajo poco después de que volviera a emerger tras su derrota en 2019. Una gran operación de comandos de fuerzas especiales de Estados Unidos transportados en helicópteros ha acabado este jueves con la vida de Abu Ibrahim Al Hachemí al Qurayshi, líder ISIS por sus siglas en inglés, según ha anunciado el presidente Joe Biden. “Gracias a la capacidad y el valor de nuestras Fuerzas Armadas, hemos retirado del campo de batalla al Quraish. Todos los soldados han regresado sin daño de la operación”, dijo el presidente en un comunicado inicial antes de comparecer ante los medios. El ataque fue lanzado de madrugada en Idlib (noroeste de Siria), último bastión de las milicias rebeldes. Un alto cargo de seguridad de la Casa Blanca aseguró que la muerte de Al Quraishi se produjo, informa Reuters, al hacer estallar una bomba que portaba consigo rodeado de miembros de su familia.
El Pentágono confirmó a las pocas horas de la opración que la “misión contraterrorista”, en la que no se habían registrado “bajas de EE UU”, había sido “un éxito”, sin ofrecer más detalles. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ONG que cuenta con informadores sobre el terreno, contabilizó al menos nueve cuerpos sin vida, entre ellos dos civiles, en la población de Atmeh, en un área próxima a la frontera turca que acoge campamentos con decenas de miles de desplazados internos. Los denominados Cascos Blancos, equipos de rescate que operan en el bando insurgente, elevaron a 13 la cifra de fallecidos, en la que incluyeron a seis menores.
Esta operación ordenada por el Pentágono es la más amplia desde el ataque en el que fue abatido en 2019 el fundador del Estado Islámico, Abubaker al Bagdadi, en una zona cercana de Idlib. Varios helicópteros, uno de los cuales resultó dañado, aterrizaron a las afueras de Atmeh a primera hora de la madrugada del jueves. Los enfrentamientos en la zona se prolongaron durante más de dos horas, según testigos citados por Reuters que dieron cuenta de intensos intercambios de disparos y explosiones.
La designación de Al Qurashi como máximo líder del ISIS se produjo pocos días después de la muerte de Al Bagadi en octubre de 2019. El Estado Islámico sostiene que ambos pertenecen al linaje de Mahoma, ya que la estirpe de los Al Qurashi se remonta al clan tribal del profeta. Al Bagdadi se autoproclamó en 2014 califa del Estado Islámico, que extendió sus fronteras a caballo de Irak y Siria sobre una superficie equivalente a la del Reino Unido y una población más de 11 millones de personas.
El ISIS levó a Al Qurashi al nivel de “emir de los creyentes y califa de los yihadistas”. Puede tratarse, sin embargo, del nombre de guerra con el que fue rebautizado con apellidos califales un jefe de las milicias que ya estaba en el punto de mira de los servicios de inteligencia occidentales. Su verdadera identidad apunta al yihadista Mohamed Said Aderamán al Mawla, nacido hace 45 años y en Tal Afar (norte de Irak, cerca de Mosul), informa Óscar Gutiérrez. Era considerado uno de los ideólogos del Estado Islámico que justificó el intento de genocidio de la minoría religiosa yazidí en el norte iraquí y uno de los cerebros de las operaciones de terrorismo global del ISIS.